LO COTIDIANO
Quizá esto puede resultar una reflexión simple, falta de argumentos y
sin ningún rigor.
Pero comprenderán el enfado que suscita el uso personalista que hacen
los políticos de nuestros votos, los acomodan a sus necesidades invocando, “el bien
común”, que ya no sé muy bien a que se refieren. Ponen encima de la mesa la
ley, según sean sus intereses.
Ahora los llamados partidos independentistas, son amigos, y Rajoy
habla vasco y catalán, y no sé si gallego, en la intimidad, o eso parece. Hace
apenas unos meses, eran diablos dispuestos a fraccionar el Estado en muchos
pedazos irreconciliables.
Me decía un amigo: «Se es bueno o malo, pero no una cosa y la
contra-ria».
Los “supuestos independentistas”, aprovechan las circunstancias, ponen
sus condiciones y reglas de juego, y las cambian a mitad del partido según les
convenga. Alguno le habrá dado su voto al PP, en la manera que sea. Ahora bien,
todos se tapan, o dicen que son acuerdos puntuales…
Es cierto están es su derecho de pedir y sentirse ciudadanos
indepen-dientes, les han votado para que utilicen las instituciones, que no
reconocen como suyas, para sus fines. Esa situación, en ocasiones desprende un
tufillo a incoherencia, insisto están en su derecho. Y en ese aspecto entran en
juego, los que quizá tienen más claro esto de la configuración del Estado, y
cual es su participación en el mapa político, la gente de la CUP, estos no se
presentan al Congreso de los Diputados de una nación que no reconocen, no sé si
esta posi-ción los legitima ante una posible negociación de cara a una posible
indepen-dencia. La actitud de ER y PDC, aprovechando la chapuza de la ley
electoral, les retrata.
Mientras nosotros, seguiremos intentando averiguar, que parte de lo
que hemos votado no han entendido, los supuestos padres de la patria.
Si quieren, visto el tablero, ahora también se suma, poniendo claro
cuales son las reglas del juego, poniendo encima de la mesa buena voluntad y
pensando en el llamado, «bien común».
Lo triste, es que tenemos políticos de segunda división.
Si quieren, pueden sumar, pero no van a querer…
Alicante, 20 de julio de 2016.